3 maneras en que la Residencia de Retiro Juan Pablo II ayuda a sus residentes que padecen Alzheimer u otras demencias.
El olvido común es parte regular del proceso de envejecimiento y frecuentemente empieza en la cuarta década de la vida. La mayoría de las personas han experimentado alguna vez olvido de nombres, citas o el lugar donde dejaron las llaves, etc.
Sin embargo, este olvido normal difiere de la enfermedad de Alzheimer, ya que el paciente frecuentemente se pierde en lugares conocidos, olvida nombres de familiares y de personas conocidas, tiene problemas para contar dinero, se le olvida cómo vestirse, leer y escribir y pierde la capacidad y habilidad para utilizar herramientas de la vida diaria como llaves, puertas, radios, etc.
Los síntomas característicos de la enfermedad de Alzheimer son: pérdida de memoria, de las habilidades de lenguaje (dificultad para encontrar los nombres de las palabras), alteraciones del pensamiento abstracto, juicio pobre, desorientación en lugar, tiempo y persona, cambios en el estado de ánimo, conducta y personalidad. El resultado general es un notorio decaimiento en las actividades personales y el desempeño en el trabajo.
Conforme la enfermedad va progresando el paciente comienza a volverse mucho mas dependiente de los cuidados externos y su estado cognitivo provoca situaciones que alertan y afectan la dinámica familiar por más amorosa y atenta que esta pueda ser. Permitir que esta progresión ocurra es muy común en los hogares mexicanos que no están dispuestos a buscar ayuda profesional por ideas anticuadas, retrógradas y peligrosas.
Por eso, en esta ocasión te compartimos 5 formas en que la Residencia de Retiro Juan Pablo II puede ayudar a tu ser querido que padece esta terrible enfermedad:
Atención médica especializada que instala el plan de acción a corto, mediano y largo plazo: Este es uno de los puntos mas importantes, ya que antes del ingreso de cualquier residente que padezca Alzheimer, se realiza una consulta especializada donde se instala el régimen medicamentoso, dietético y terapéutico del residente.
Estimulación Cognitiva constante: Una vez realizada la valoración, se instalan las actividades que estimulen las capacidades cognitivas del residente, algunas de las actividades son llevadas por los enfermeros a lo largo del día, otras son realizadas por una gerontóloga, mientras que los procesos de terapia mas específicos son realizados por parte de Neurología conductual.
Socialización e integración familiar: Además es muy importante destacar los beneficios de las actividades rutinarias hechas en compañía de otras personas, aunque muchos de los pacientes con Alzheimer parezca que no quieren socializar y compartir experiencias, cuando comienzan con sus programas en esta Residencia para adultos mayores se puede apreciar como disfrutan y prefieren esta compañía, aunado a esto, los familiares se vuelven participes en el proceso de adaptación restándoles angustia de esta enfermedad y dejando solo la preocupación de visitarlos cuando ellos así lo decidan sin temor a contagiarlos o afectar su salud en esta etapa de crisis sanitaria que estamos viviendo.