5 Factores de Riesgo de Ansiedad para Adultos Mayores.
Las manifestaciones de ansiedad son frecuentes entre los adultos mayores y pueden ser lo bastante disruptivas en su vida como para considerarlas un problema clínicamente significativo. Se han asociado a un número significativo de consecuencias negativas, tales como incremento de la discapacidad, disminución de la sensación de bienestar y satisfacción con la vida, aumento de la mortalidad y mayor riesgo de enfermedad coronaria en varones, así como suele suponer una utilización reiterada y excesiva de servicios de salud.
Además, se ha evidenciado que la ansiedad cuando no se trata tiende a empeorar progresivamente y volverse crónica. La ansiedad entre los adultos mayores como fenómeno psicopatológico ha sido menos investigado que otras formas de psicopatología, lo cual no deja de ser sorprendente ya que es tan común como la depresión, si bien es, en parte, comprensible ya que la búsqueda de tratamiento por esta cuestión es prácticamente insignificante entre las personas mayores.
Se ha señalado reiteradamente que los trastornos de ansiedad en los adultos mayores suelen estar infradiagnosticados e infratratados, pese a su relevancia clínica. El conocimiento de los factores de riesgo asociados a la ansiedad podría ayudar tanto a su detección temprana, como a su prevención. Además, se ha considerado que es necesario estudiar específicamente los factores de riesgo característicos de las personas mayores, ya que se cree que éstos pueden variar con la edad.
Los factores de riesgo que se asocian, tanto a la incidencia como a la prevalencia de la ansiedad, son:
1.- Rasgos de personalidad. Está bien documentado que ciertos tipos de personalidad tienden más a los estados ansiosos y depresivos, aunado a esto las situaciones aprendidas de las personalidades familiares influyen mucho en el desarrollo o no de la ansiedad.
2.-Estrategias inadecuadas de afrontamiento. Las estrategias de afrontamiento incluyen el autocontrol, el distanciamiento, la revaluación positiva, la reorganización cognitiva, el escape o evitación, entre otros. La persona que padece de ansiedad presenta sesgos en sus estrategias de afrontamiento con lo que los estados ansiosos se presentan con mayor facilidad.
3.-Alteraciones psicológicas previas. Cualquier situación no resuelta en la vida del adulto mayor puede ser gatillo de estados ansiosos en la vejez.
4.-Aspectos cualitativos de la red social. Es importante recordar que tanto la depresión como la ansiedad requieren de aspectos sociales inadecuados para desarrollarse, por lo que algún aspecto negativo de la red social es un factor de riesgo muy alto para la ansiedad.
5.-La presencia de eventos estresantes. Este es un importante predictor para la ansiedad y también para la depresión, aunque parece que los eventos traumáticos predicen mejor la ansiedad.
Las diferencias entre los factores de riesgo para la ansiedad y la depresión son varias. En primer lugar, la afección cognitiva y las limitaciones funcionales y estar soltero son factores predictores de depresión, pero no de ansiedad.
Por último, la edad parece ser un factor protector para la ansiedad, a la vez que un factor de riesgo para la depresión. Las similitudes entre los factores de riesgo para ambos trastornos en los adultos mayores favorecerían la consideración de una clasificación dimensional.