¿Sabes qué es la Enfermedad de Parkinson y cómo identificarla? 6 síntomas habituales para acudir al neurólogo.
La Enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que pertenece a un grupo de enfermedades que tienen su origen en la degeneración y muerte progresiva de las neuronas. En el caso del Parkinson las neuronas más afectadas, son las dopaminérgicas que se encuentran en la zona del cerebro llamada sustancia negra, cuyo neurotransmisor primario es la dopamina y que son las encargadas de la coordinación del movimiento, el equilibrio, el mantenimiento del tono muscular y la postura.
No hay una causa directa para desarrollar la enfermedad, por lo que su desarrollo se considera como el producto de múltiples factores que actúan a la vez, como el envejecimiento, la vulnerabilidad genética y las exposiciones ambientales. Es más frecuente en los adultos mayores.
El inicio de los síntomas suele ser en un lado del cuerpo, pero los síntomas iniciales suelen ser engañosos.
Es por esto que en la Residencia de Retiro Juan Pablo II, residencia especializada en trastornos Neurodegenerativos, te contamos algunos de los síntomas más importantes de la enfermedad de Parkinson:
1) El temblor en reposo, pero en ocasiones puede no existir.
2) Los movimientos voluntarios se hacen lentos, existe una clara rigidez muscular y se producen alteraciones de la marcha, con tendencia a arrastrar los pies y a bracear menos.
3) Se producen episodios de pérdida del equilibrio, con riesgo de caídas.
4) Es frecuente la pérdida de expresión facial.
5) En ocasiones se manifiestan cuadros depresivos asociados.
6) También son habituales episodios de estreñimiento, exceso de sudoración y de producción de saliva.
La enfermedad se manifiesta de forma diferente en cada persona. Por esta razón existen tantos Parkinson como personas lo padecen. La enfermedad de Parkinson varía tanto en la sintomatología como en la evolución de la enfermedad o la respuesta a los tratamientos y a las terapias rehabilitadoras, lo que hace necesaria una atención personalizada.
Diagnóstico: Al ser una enfermedad que se manifiesta de formas diferentes en cada persona, la enfermedad de Parkinson es difícil de diagnosticar en sus etapas iniciales. El diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson es fundamentalmente clínico basándose en la historia clínica y la exploración general y neurológica del paciente, en el caso del paciente mayor se debe de realizar una valoración geriátrica integral.
Tratamiento: Todavía no existe un tratamiento definitivo que cure el Parkinson. El objetivo del tratamiento es reducir al máximo los síntomas de la enfermedad y aumentar el tiempo en el que el paciente desempeñe una actividad normal, mejorando su calidad de vida.
Farmacológico: Hasta el momento sólo se dispone de tratamientos sintomáticos, la mayoría de los cuáles tienen cómo objetivo ayudar a mejorar la acción de la dopamina o potenciar su formación en el cerebro. La Levodopa ha sido hasta ahora el fármaco de primera elección.
Quirúrgico: La cirugía pretende actuar sobre la parte dañada del cerebro. Sólo está indicada en un 5% de los pacientes y es efectiva si están bien seleccionados. Los criterios de inclusión para intervención quirúrgica contemplan incapacidad funcional muy grave, ausencia de demencia, edad inferior a 70 años y diagnóstico confirmado.
Rehabilitación física: Uno de los aspectos más importantes del tratamiento de la enfermedad de Parkinson consiste en el mantenimiento del tono muscular y de las funciones motoras, por lo que es esencial la actividad física diaria. Los tratamientos más comunes en la rehabilitación física de la enfermedad del Parkinson son: la cinesiterapia, la rehabilitación de la marcha y del equilibrio.