10 consejos para reducir los síntomas del Síndrome de Ocaso en la Demencia.
El síndrome de ocaso, también conocido como Síndrome de empeoramiento vespertino, es una confusión aumentada que los adultos mayores con algún tipo de demencia pueden experimentar por el atardecer hasta la noche.
El síndrome de ocaso no es una enfermedad, es un grupo de síntomas que pueden ocurrir en momentos específicos del día. Los síntomas de este síndrome se ven reflejados como cambios en diferentes comportamientos, confusión, ansiedad, agresión e incumplimiento de las indicaciones. También puede provocar que la persona camine de un lado a otro o camine sin rumbo.
Hay muchas situaciones que pueden contribuir al síndrome de ocaso, las importantes son:
- Cansancio mental y físico de un día lleno de actividades.
- Navegar en un entorno nuevo o confuso.
- Un “reloj corporal” confundido. Los adultos mayores con demencia pueden sentirse cansados durante el día y despiertos por la noche.
- Poca luz puede aumentar las sombras, ocasionando confusión en lo que vea el paciente. Puede experimentar alucinaciones y volverse más agitado.
- Darse cuenta de estrés o frustración en los que lo rodean puede causar que el adulto mayor con demencia se estrese también.
- Soñar mientras duerme puede causar desorientación, incluyendo confusión sobre la realidad y el sueño.
- Menos necesidad de sueño, lo cual es común entre adultos mayores.
Consejos para reducir los síntomas de este síndrome:
- Tener una rutina predecible para irse a la cama, caminar, comer y realizar actividades.
- Planificar actividades y la exposición a la luz durante el día para alentar el sueño en la noche.
- Limitar las siestas durante el día.
- Limitar el consumo de cafeína y azúcar a la mañana.
- Encender una luz de noche para reducir la agitación que se produce cuando el entorno está oscuro o es desconocido.
- En la noche, reducir el ruido de fondo y las actividades estimulantes, incluida la televisión, lo cual a veces puede provocar ansiedad.
- En los entornos extraños o desconocidos, llevar elementos familiares, como fotografías, para crear un entorno más relajado y familiar.
- Reproducir música tranquila o ruidos relajantes de la naturaleza (como sonidos de olas) durante la noche.
- Al empezar a caer la tarde realizar actividades de relajación como técnicas de respiración (meditación) o ejercicios leves de estiramiento (Yoga).
- Al observar agitado al paciente recordarle que todo esta bien y distraerlo haciéndolo hablar de algún recuerdo que le ayude a relajarse.
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