Qué es y cómo prevenir el pie diabético en el adulto mayor.
El pie diabético es una de las mayores complicaciones de la diabetes que aunada a la hipertensión arterial no controlada provoca alteraciones como enfermedad arterial periférica, que en un inicio se manifiestan por lesiones en los pies que pueden avanzar a úlceras hasta amputaciones y provocar limitaciones de movilidad e independencia en los adultos mayores.
El pie diabético y sus complicaciones son un problema social y económico que repercuten de manera directa e indirecta a la familia y a las instituciones de salud, pero especialmente en el adulto mayor que vive con la enfermedad ya que la calidad de vida de los pacientes con pie diabético se ve sumamente afectada porque estos perciben una disminución de su autoestima, cambios en el concepto de sí mismos, incapacidad para realizar sus actividades de la vida diaria, así como sus funciones sociales y familiares.
El pie diabético es considerado por la OMS como “La presencia de ulceración, infección y/o gangrena del pie asociada a la neuropatía diabética y diferentes grados de enfermedad vascular periférica, resultados de la interacción compleja de diferentes factores inducidos por una hiperglucemia mantenida”.
La aparición de esta enfermedad se debe al efecto de la neuropatía periférica y la insuficiencia vascular, unido además las presiones tanto extrínsecas como intrínsecas secundarias a malformaciones óseas en los pies.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), residencia especializada en trastornos neurodegenerativos sabemos la importancia de una prevención primaria y secundaria en el caso del síndrome del pie diabético y aquí te compartimos lo más importante:
Prevención primaria
1.- Dar a conocer al paciente las competencias necesarias para el cuidado de sus pies. Higiene y cortado correcto de uñas principalmente).
2.- Comunicación proactiva con el paciente y aumenta la participación en su autocuidado mediante sesiones de educación sanitaria.
3.- Llevar un control adecuado del nivel de azúcar en sangre mediante mediciones de glucosa en sangre con el glucómetro.
4.- Revisiones periódicas con su medico de cabecera y ante alguna complicación acudir de inmediato con el médico internista.
Prevención secundaria.
La prevención secundaria se refiere a la prevención de complicaciones una vez que se han desarrollado ulceras en el pie, evitando así la evolución del pie diabético.
- Llevar un control metabólico estricto con dieta y mediciones de glucosa rutinarias.
- Capacitar al paciente con programas de educación sanitaria dirigidas al adulto mayor y su familiar responsable.
- Informar al adulto mayor y familiares que deben tener estricto control de las presiones anómalas con ortesis para el pie y llevar un adecuado control térmico.
- Llevar un control multidisciplinar en integral del paciente, centrándonos en sus niveles de glucemia y un control exhaustivo de los factores de riesgo cardiovascular asociados como la Hipertensión arterial sistémica, dislipidemias, tabaco, etc.)