Definiendo el Síndrome Confusional infeccioso en Adultos mayores.
La infección de orina es uno de los procesos infecciosos más comunes entre los adultos mayores, ya que su sistema inmunitario es más débil y los hace vulnerables a ellos. En los jóvenes provoca síntomas físicos como el aumento de la frecuencia y el dolor al miccionar, sangre en la orina o incluso fiebre.
Los adultos mayores que la sufren no solo experimentan estos signos, sino que aparecen otros que pueden resultar muy extraños y difíciles de conectar con una infección.
En las personas con Alzheimer o algún otro tipo de demencia, las infecciones del tracto urinario pueden iniciar fuertes cambios de conducta y provocar delirio.
Muchos cuidadores refieren que su familiar con deterioro cognitivo, de un día para otro comienzan a estar agitados, irritables o incluso eufóricos- hasta en ocasiones presentan ideas delirantes.
Además, el adulto mayor con demencia no reconoce la sintomatología, y se puede acostumbrar a este tipo de síntomas, sin ser consciente del avance de la infección.
Signos de delirio cuando existe infección en el tracto urinario:
– Confusión
– Intranquilidad
– Empeoramiento repentino de síntomas de demencia
– Ideas delirantes
– Alucinaciones
– Aumento de la agitación
– Malestar general.
La mayoría de las infecciones se producen por bacterias, por lo que se activa la respuesta inmunitaria. El cerebro, muy sensible a la infección en el Sistema nervioso central, la medula y sus efectos en cualquier parte del cuerpo, provoca que su química se vea alterada, dando lugar a estos cambios en la conducta.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II, Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos sabemos lo difícil de tratar un paciente con estas características por esto te compartimos estos sencillos consejos:
1.- Acudir con urgencia al médico y así tratar de evitar el riesgo de deshidratación.
2.- Una vez dado de alta y de vuelta al hogar es fundamental que la familia junto con los auxiliares de Cuidar Bien a los adultos mayores brinde al mayor un ambiente tranquilo y sosegado tranquilizándole y estimulándole.
3.- Explicar al paciente mayor el porqué de su comportamiento y desorientación y que se trata de algo puntual y no de una grave enfermedad mental.
4.- Nuestros auxiliares o el familiar deben dirigirse al paciente por su nombre, con un acercamiento calmado y sin prisas al interactuar con él.
5.- Hablándole de forma clara y a un ritmo, volumen y tono adecuados.
6.- Es importante que el paciente descanse evitándose interrumpir su sueño nocturno con tomas de medicamentos o signos vitales de ahí que la toma de ansiolíticos y somníferos sean en estos casos contraproducentes.
7.- Es también de ayuda que los auxiliares utilicen algunas técnicas de relajación, así como música para favorecer el estado calmado del adulto mayor.
8.- Recomendamos que se reanude lo antes posible sus actividades cotidianas, saliendo a la calle y relacionándose con otras personas.