8 sencillos consejos para controlar la Hipertensión Arterial en Adultos Mayores.
La presión arterial alta, o hipertensión, es un problema de salud importante que es común en los adultos mayores. La red de vasos sanguíneos, conocida como sistema vascular, cambia con la edad. Las arterias se vuelven más rígidas, lo que hace subir la presión arterial. Esto puede suceder incluso en aquellas personas que tienen hábitos saludables y se sienten bien. A menudo, la presión arterial alta (que a veces se conoce como “la asesina silenciosa”) no causa ningún síntoma. Aunque la presión arterial alta afecta a casi la mitad de todos los adultos, es posible que muchos ni siquiera sepan que la tienen.
Si la presión arterial alta no se controla con cambios en el estilo de vida y medicamentos, puede provocar problemas graves de salud, como enfermedades cardiovasculares (como enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares), demencia vascular, problemas en los ojos y enfermedades de los riñones. La buena noticia es que la mayoría de las personas puede controlar su presión arterial.
La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias cuando el corazón la bombea. La presión arterial normal, en el caso de la mayoría de los adultos, se define como una presión sistólica de 120 y una presión diastólica de 80.
Mas de 145/90mmhg se considera hipertensión y menos de 90/60mmhg hipotensión.
Para los adultos mayores, a menudo, el primer número (presión sistólica) es de 130 o más, pero el segundo número (presión diastólica) es inferior a 80. Este problema se denomina hipertensión sistólica aislada y se debe a la rigidez de las arterias principales que ocurre con la edad. Esta es la forma más frecuente de presión arterial alta en los adultos mayores y puede provocar problemas graves de salud, además de dificultad para respirar durante actividades físicas ligeras, mareos al ponerse de pie demasiado rápido y caídas.
Una razón para visitar a su médico con regularidad es hacerse chequear la presión arterial y, si es necesario, planificar cómo controlarla.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos la importancia del control de la presión arterial y te compartimos algunos sencillos consejos para lograrlo:
- Mantener un peso saludable. El sobrepeso aumenta el riesgo de presión arterial alta.
- Ejercicio. La actividad moderada, como caminar a paso ligero o nadar, puede reducir la presión arterial alta.
- Siga una dieta saludable para el corazón. Una dieta balanceada de verduras, frutas, cereales o granos, proteínas, productos lácteos y aceites, como la dieta DASH.
- Reduzca el consumo de sal.
- No tomar alcohol.
- No fumar.
- Duerma bien por la noche.
- Controle el estrés. Hacer frente a los problemas y reducir el estrés pueden ayudar a reducir la presión arterial alta.