¿Cómo abordar el congelamiento de la marcha en la enfermedad de Parkinson?
Como vimos en la entrada anterior La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que se asocia con el envejecimiento y que se ha demostrado que el ejercicio físico y la rehabilitación son necesarios y complementarios al tratamiento farmacológico en pacientes que sufren esta terrible enfermedad.
Las alteraciones de la marcha es uno de los síntomas motores más comunes de los pacientes con enfermedad de Parkinson. La marcha parkinsoniana se caracteriza por una serie de alteraciones:
- Alteración de la postura con una postura encorvada, con el tronco flexionado anteriormente y una excesiva flexión de cadera, rodilla y tobillo.
- Ausencia o reducción de braceo.
- Disminución de la altura y la longitud de paso: Caminan dando pasos muy cortos y arrastrando los pies.
- Disminución de la base de sustentación.
- Lentitud en los giros.
- Festinación: Aumento involuntario de la velocidad de la marcha. Caminan cada vez más rápido y con pasos más pequeños, con el tronco desplazado hacia delante como si quisieran perseguir su centro de gravedad. Esto provoca un desequilibrio importante, como no son capaces de alargar el paso, aumentan cada vez más la velocidad lo que puede llevar a sufrir caídas.
Aunado a estos signos y síntomas los pacientes experimentan trastornos de equilibrio como el congelamiento de la marcha y todas estas alteraciones van a aumentar el riesgo de caídas que, junto con el miedo a caerse de los pacientes, va a repercutir negativamente a la hora de realizar las actividades de la vida diaria.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos sabemos lo difícil del Congelamiento de la marcha en la enfermedad de Parkison por lo que a continuación te damos sencillos consejos para como abordar este terrible síntoma:
El congelamiento o bloqueo de la marcha en la enfermedad de Parkinson es uno de los síntomas motores más característicos de la enfermedad, afecta a más de la mitad de los adultos mayores que presentan estadios avanzados de la enfermedad.
Son episodios breves e intermitentes de incapacidad para caminar a pesar de la intención del paciente para hacerlo. Estos episodios se caracterizan por temblor de las piernas, pasos cortos o un bloqueo motor total, los pacientes dicen que tienen la sensación de “tener los pies pegados al suelo” y duran normalmente unos segundos.
Las causas de estos bloqueos se desconocen, todavía no se comprenden bien los mecanismos que lo desencadenan. Lo que sí se sabe es que existen una serie de situaciones que favorecen la aparición de estos episodios, como son:
- El momento de inicio de la marcha
- Situaciones que exijan cambios en la velocidad, patrón o sentido del paso, como pueden ser los giros
- Los espacios estrechos como pasillos, el baño…
- Las tareas duales
- El momento de llegar a un destino
- Situaciones estresantes o la ansiedad
El congelamiento de la marcha es uno de los síntomas más debilitantes y menos entendidos del Parkinson, supone un factor de riesgo importante para sufrir caídas, además suele ir acompañado de alteraciones del equilibrio y déficits cognitivos, lo que conlleva a una pérdida de autonomía del paciente y una disminución de su calidad de vida.
Tratamiento
El tratamiento del congelamiento de la marcha incluye distintas perspectivas, el tratamiento farmacológico, el quirúrgico, estrategias no farmacológicas y la fisioterapia. No obstante, el tratamiento farmacológico y quirúrgico no ha resultado eficaz para hacer frente a los bloqueos de la marcha.
Estrategias no farmacológicas. Para tratar el congelamiento en la enfermedad de Parkinson, puedes probar estas estrategias:
- Usar un metrónomo: El ritmo externo puede ayudarte a volver a empezar.
- Cambiar la atención: En lugar de luchar por dar un paso adelante, puedes intentar mover los brazos y luego volver a caminar.
- Balancear el cuerpo: Lleva la carga de una pierna a otra para facilitar el inicio de la marcha.
- Contar: Contar en alto o mentalmente para mantener el ritmo del paso.
- Girar en círculos: Evita girar sobre un pie, como si condujeras un coche.
- Practicar el método de la pausa: Antes de dar el siguiente paso, tómate un momento para considerar los métodos anteriores.
- Usar pistas visuales: Crea marcas en el suelo con tiras pegadas, huellas o esparadrapo. También puedes usar un bastón que proyecte una luz en el suelo.
- Pedir una señal: Pide a un cuidador que te dé una señal, como un golpecito en el pie.
- Reducir las dobles tareas: Si las dobles tareas empeoran el congelamiento, intenta concentrarte en una sola tarea a la vez.
- Usar un bastón o andador: No evitará el congelamiento, pero puede ayudarte a mantener el equilibrio y evitar caídas.
Fisioterapia: En cuanto al tratamiento de fisioterapia tiene como objetivo principal optimizar la independencia del paciente. El tratamiento se basa en el aprendizaje motor, los pacientes con Parkinson necesitan más tiempo para adquirir el aprendizaje y automatizar los movimientos. Para ello se emplean estrategias de señalización, observación de la acción, entrenamiento asistido o realidad virtual.