Ansiedad en Adultos Mayores. Causas y consejos prácticos para prevenirla.
La ansiedad es uno de los trastornos que más padecen los adultos mayores y que afecta la salud física, mental y emocional de los pacientes. Asimismo, el trastorno de ansiedad en adultos mayores suele tratarse de forma inadecuada debido a la presencia de otras enfermedades que dificultan el diagnóstico.
Uno de los principales motivos que pueden desencadenar la ansiedad son las circunstancias que atraviese o haya atravesado el paciente. En este caso, los adultos mayores son las que cuentan con un tiempo de vida más prologado, por lo que cuentan con más posibilidades de padecer este trastorno.
En este sentido, algunas de las causas más comunes de la ansiedad en adultos mayores son las siguientes:
- Alteraciones de la rutina o cambios bruscos en el estilo de vida.
- Deterioro de las capacidades.
- Pérdida de autonomía.
- Problemas de salud.
- Aislamiento social.
- Falta de apoyo familiar.
- Dificultades económicas.
- Percepción del paso del tiempo.
Aunado a estas causas que pueden desencadenar que un adulto mayor sufra de ansiedad, hay una serie de condiciones que aumentan la posibilidad de que una persona padezca esta afección en la tercera edad.
Específicamente, las mujeres presentan el doble de riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad que los hombres. Aun así, existen muchos otros factores que pueden influir en la predisposición de un adulto mayor a padecer de ansiedad, por ejemplo:
1.- Padecer una o varias enfermedades crónicas.
2.- Seguir varios tratamientos farmacológicos.
3.- Haber vivido experiencias dolorosas, traumáticas o de duelo.
4.- Tener alguna incapacidad física.
5.- Ser vulnerable emocionalmente.
6.- Estar expuesto a situaciones estresantes a diario.
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos Neurodegenerativos sabemos que cuantos más de estos factores tengamos, la posibilidad de desarrollar un trastorno ansiedad es mayor. En el caso de que nuestro riesgo sea muy elevado, es recomendable acudir con tu médico para consultar cómo podemos reducir estos desencadenantes. Por lo pronto aquí te compartimos sencillos consejos que pueden ayudar a prevenir este trastorno y con estas medidas es posible prevenir ciertos problemas de salud física, mental y emocional que podrían desencadenar este trastorno :
- Hacer ejercicio físico diario: desde rutinas de gimnasia para personas mayores, hasta ir a caminar 30 minutos al día, lo importante es evitar el sedentarismo.
- Priorizar las tareas: debido a que el tiempo para realizar una actividad es mayor en la vejez, es importante ordenar lo que tenemos que hacer según su importancia para no caer en el agobio ni el estrés.
- Hablar de nuestras preocupaciones: en el caso de detectar alguna situación que nos estresa o preocupa, comentárselo a una persona de confianza puede aliviar esta sensación o ayudarnos a ver cómo enfrentarnos al problema.
- Evitar el aislamiento: mantener nuestras relaciones sociales o participar en actividades socioculturales en grupo nos ayuda a prevenir la soledad no deseada, un factor de riesgo de la ansiedad en personas mayores.
- Trabajar la autonomía: realizar actividades para mejorar y conservar nuestra independencia nos ayuda a mejorar nuestro bienestar en la vejez.
- Tener aficiones: dedicar tiempo o descubrir nuevos hobbies es manera divertida de pasar el tiempo libre que obtenemos tras la jubilación.
- Comer saludable: para lo que es esencial seguir una dieta equilibrada, no tomar alcohol en exceso y evitar comidas muy abundantes y grasosas.
- Reservar tiempo para relajarnos: es importante apartar periodos de tiempo durante nuestra rutina para realizar técnicas de relajación, por ejemplo, entre actividades, al terminar una tarea, antes de irnos a dormir, etc.