Demencia en la Enfermedad de Parkinson. 8 consejos para tratar esta complicación en casa.
La demencia es una complicación frecuente en la enfermedad de Parkinson sobre todo en pacientes adultos mayores, y puede afectar a más de la mitad de los pacientes. Esta demencia se diagnostica cuando una persona con Parkinson experimenta un deterioro cognitivo que afecta su vida diaria.
Los diferentes tipos de demencia en la enfermedad de Parkinson incluyen:
- Enfermedad de Alzheimer – La forma más común. La memoria deteriorada es una característica predominante.
- Demencia por la enfermedad de Parkinson– Se diagnostica cuando una persona con Parkinson experimenta un deterioro cognitivo después de años de síntomas motores. Los problemas con las multitareas y la planificación de operaciones complejas, problemas de visión y alucinaciones son comunes.
- Demencia con cuerpos de Lewy– diagnosticada cuando los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson y el deterioro cognitivo se presentan más o menos al mismo tiempo y progresan juntos.
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos lo difícil de esta complicación de la enfermedad por lo que te compartimos simples consejos que nos ayudaran a dar una vida mas plena a nuestros pacientes:
- Confirme su diagnóstico. Los problemas con el estado de ánimo, el sueño, los medicamentos u otros problemas médicos pueden parecerse a la demencia. Su médico neurólogo debe examinar todos los factores antes de emitir un diagnóstico.
- Busque a un médico familiarizado con la enfermedad de Parkinson y demencia. No existe una prueba única para la demencia asociada con el Parkinson. El diagnóstico se realiza con base en factores clínicos.
- Obtenga educación sobre la demencia del Parkinson, que incluye:
- Asesoramiento médico– Un médico puede dar un diagnóstico, panorama y orientación para el tratamiento.
- Comunicación– Las mejores maneras de comunicarse con una persona con demencia por enfermedad de Parkinson y de lidiar con comportamientos difíciles no siempre son intuitivas y requieren paciencia y aceptación.
- Cuestiones clave de seguridad: Dé prioridad al bienestar de todos aprendiendo acerca de los riesgos de peligro relacionados con la demencia por la enfermedad de Parkinson.
- Planifique una reunión familiar. Las necesidades de cualquier persona con demencia aumentarán con el tiempo. Los miembros de la familia deben saber cómo modificar la comunicación y apoyar al cuidador primario.
- Incluya a la persona con demencia en el proceso de toma de decisiones. La personalidad y el juicio a menudo están intactos en las primeras etapas de la demencia. Es importante dar a la persona con demencia la oportunidad de expresar sus preferencias, pero también es importante saber cuándo se debe limitar la toma de decisiones por cuestiones de seguridad.
- Considere y supervise los problemas de seguridad desde el momento del diagnóstico. Tome precauciones clave:
- Cambie los privilegios de manejo antes de que la seguridad se convierta en un problema. Su médico puede recomendar a alguien para una evaluación de manejo.
- Garantice la seguridad financiera. Las personas con demencia corren un mayor riesgo de ser víctimas de estafas y fraudes.
- Limitar los riesgos de medicamentos recetados. Confirme los nombres de los medicamentos y las dosis con el médico de su ser querido. Si la persona está en las primeras etapas de la demencia y es capaz, llenen juntos su caja de pastillas semanal y vigile el uso.
- Resuelva problemas financieros y legales.
- Actualizar ciertos documentos legales que son importantes para todos, independientemente de edad o estado de salud.
- Busque servicios de apoyo. Los cuidadores necesitan de alguien con quien hablar y en quien apoyarse para recibir apoyo y descansos regulares.
- Proporcione un brazalete de identificación. La identificación de alertas médicas, incluyendo un número de teléfono, es vital si la persona con demencia por la enfermedad de Parkinson deambula o se pierde, incluso brevemente.
- Tenga un plan de atención de emergencia para facilitar las transiciones en caso de que otros necesiten asumir inesperadamente las tareas de atención.
- Céntrese en las necesidades del cuidador primario. Para cuidar bien de otros, primero debe cuidar de sí mismo.
- Asista a un grupo de apoyo o hable con alguien.
- Integre semanalmente tiempo para sí mismo.
- Duerma adecuadamente para enfrentar mejor los desafíos diarios.
- Recuerde su sentido del humor.
- Mantenga amistades de apoyo.
- Valórese.