Sencillos consejos para tratar y prevenir ansiedad en los Adultos Mayores.
A medida que envejecemos, nos enfrentamos a una serie de cambios físicos y sociales, como la pérdida de seres queridos, problemas de salud y cambios en la rutina, que pueden desencadenar ansiedad. Esta ansiedad en adultos mayores implica síntomas emocionales como inquietud, preocupación por el futuro, miedo o temor excesivo, nerviosismo, que van más allá de lo que se consideraría normal, incluso para su edad, aunado a esto pueden experimentar síntomas físicos, como palpitaciones, sudoración o temblores.
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos que la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones estresantes y que se trata de un mecanismo de defensa que nos permite enfrentarnos a las distintas circunstancias de la vida, pero si se vuelve persistente y desproporcionada, la ansiedad puede llegar a generar síntomas que eventualmente se volverán un gran problema:
Algunos de estos síntomas más son:
–Preocupación excesiva. Estas preocupaciones pueden centrarse en la salud, la familia, las finanzas u otros aspectos de la vida. La persona no puede dejar de pensar en eso que le inquieta, incluso reconociendo el carácter absurdo de esos pensamientos o acciones.
-Ataques de pánico. Se trata de crisis de angustia ante un temor irracional que surgen de forma espontánea.
-Inquietud o agitación. La ansiedad puede manifestarse básicamente como inquietud, donde la persona se siente incapaz de relajarse o permanecer quieta.
-Problemas de sueño. A menudo, la ansiedad está asociada con dificultades para conciliar el sueño.
-Fatiga. La ansiedad constante puede agotar mental y físicamente a un adulto mayor, lo que lleva a la fatiga.
-Problemas gastrointestinales. malestar estomacal, náuseas, diarrea o estreñimiento.
-Dificultades de concentración. La ansiedad puede afectar a la capacidad de concentración y la toma de decisiones.
-Irritabilidad. La ansiedad en adultos mayores puede provocar que se vuelvan más sensibles, impacientes o irritables en respuesta a situaciones que normalmente no les molestarían.
-Síntomas físicos. palpitaciones, temblores, sudoración excesiva y dificultad para respirar.
¿Cómo calmar a un adulto mayor con ansiedad?
Ante una crisis de ansiedad es fundamental:
- Mantener la calma. La propia calma y tranquilidad pueden ser contagiosas, por eso conviene mantener un tono de voz suave y tranquilo, y evitar mostrar angustia o frustración.
- Escucha activa. Nuestros mayores necesitan ser escuchados. Es muy positivo brindar al paciente la oportunidad de expresar sus preocupaciones y validar sus sentimientos, mostrando comprensión y empatía.
- Ofrece información tranquilizadora. Si la ansiedad está relacionada con preocupaciones específicas, trata de proporcionar información que pueda ser reconfortante y realista. A veces, el conocimiento puede disminuir la incertidumbre y mejorar la ansiedad.
- Ofrece apoyo y acompañamiento. Asegura al paciente que no está solo y que cuenta contigo. El simple acto de estar presente y mostrar interés puede ser reconfortante.
- Promueve técnicas de relajación. La respiración profunda y lenta puede ayudar a reducir la ansiedad.
- Distrae con ocio y actividades positivas. Redirigir la atención del paciente hacia actividades relajantes o distracciones de ocio positivas. Esto podría incluir escuchar música suave, mirar fotos agradables, pasear o participar en juegos y actividades con la familia o amigos, ya que alivia el estrés y las preocupaciones, y eleva la autoestima.
Consejos para prevenir la ansiedad en adultos mayores
La prevención de la ansiedad en adultos mayores implica seguir unos hábitos saludables, además de continuar con una vida social activa; en definitiva, se trata de llevar un estilo de vida acorde con el envejecimiento activo:
- Vida saludable. Hacer ejercicio moderado a diario, así como seguir una dieta equilibrada evitando el alcohol y el tabaco, son pautas esenciales para tratar de prevenir la ansiedad en la tercera edad.
- Mantener las conexiones sociales. Es importante huir del aislamiento social. Por ello hay que fomentar las relaciones sociales saludables, ya que pueden proporcionar apoyo emocional.
- Promover hábitos de sueño. Dormir y descansar los suficiente contribuye significativamente a la salud mental y a prevenir la ansiedad.
- Establecer rutinas. Las rutinas proporcionan estructura y predictibilidad, lo cual puede ser reconfortante para los adultos mayores. Intenta establecer rutinas diarias que incluyan momentos de relajación.
- Ejercicios diarios de respiración y ejercicios que impliquen estirar el cuerpo.
Lo importante a saber es que la ansiedad en adultos mayores tiende a volverse crónica y se asocia a un número significativo de consecuencias negativas, como es el incremento de la discapacidad, la disminución de la sensación de bienestar y satisfacción con la vida e, incluso, aumento de la mortalidad. Por lo que te recomendamos que ante cualquier síntoma te pongas en contacto con tu médico de confianza para valorar la situación y de ser necesario iniciar un tratamiento.