Cómo identificar y tratar la Gripe en Adultos Mayores.

La gripe en adultos mayores no solo provoca los clásicos síntomas de fiebre y malestar general, sino que también puede desencadenar complicaciones respiratorias y cardiovasculares graves. Por eso hay que saber identificar sus señales y aplicar medidas de prevención que protejan la salud y el bienestar de las personas mayores, especialmente en épocas de alta circulación viral.
La gripe es una infección respiratoria causada por el virus de la influenza. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, los adultos mayores de 65 años presentan un mayor riesgo de desarrollar complicaciones debido al envejecimiento del sistema inmunológico, la presencia de patologías previas o la toma de determinados fármacos.
Además, en este grupo los síntomas suelen ser más intensos y duraderos. Por eso, es importante no confundirla con un simple resfriado y actuar con rapidez.
el resfriado en adultos mayores suele manifestarse de forma más leve, con congestión nasal, estornudos y molestias leves en la garganta. En cambio, la gripe aparece de forma súbita con fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, debilidad intensa y tos seca persistente. Reconocer esta diferencia es clave para actuar a tiempo.
Los síntomas de gripe en las adultos mayores pueden variar ligeramente respecto a los adultos más jóvenes. Aparte de fiebre, tos o malestar general, es habitual que aparezcan:
- Cansancio extremo o confusión repentina
- Dolores articulares o musculares más intensos
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo
- Deshidratación o reducción del apetito
- Empeoramiento de enfermedades crónicas, como la insuficiencia cardíaca o la diabetes
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos la importancia de la prevención de la gripe en adultos mayores, sobre todo por las complicaciones que puede tener como neumonía viral o bacteriana, descompensación de enfermedades cardíacas o pulmonares previas, episodios de delirio o confusión aguda, y otros.
Por lo anterior te presentamos a continuación te damos sencillas medidas a adoptar para prevenir esta condición patológica:
a) Vacunación: La vacuna antigripal es la principal medida preventiva. Se recomienda a todos los mayores de 65 años y a quienes padezcan enfermedades crónicas, como diabetes, EPOC o insuficiencia cardíaca. Cada otoño, la campaña de vacunación frente a la gripe se renueva con las cepas más circulantes. Vacunarse no garantiza evitar el contagio, pero reduce la gravedad de los síntomas y el riesgo de ingreso hospitalario.
b) Higiene: Además de la vacuna, conviene mantener una buena higiene para evitar contagios:
- Lavarse las manos con frecuencia
- Evitar tocarse la cara con las manos sucias
- Cubrirse boca y nariz al toser o estornudar
- Ventilar las estancias
- Evitar el contacto con personas enfermas
Tratamiento: El tratamiento debe comenzar cuanto antes, idealmente en las primeras 48 horas tras el inicio de los síntomas. Esto mejora la eficacia de los antivirales y reduce el riesgo de complicaciones.
1.- En algunos casos, el médico puede recetar antivirales como el oseltamivir, siempre bajo prescripción. Además, se indican analgésicos y antitérmicos para aliviar síntomas, junto con una buena hidratación y descanso.
Es importante evitar la automedicación, especialmente en mayores polimedicados.
Recomendaciones médicas y cuidados en casa; Durante el proceso gripal, se recomienda:
- Mantener reposo, evitando esfuerzos físicos.
- Asegurar una hidratación constante con agua, caldos o infusiones suaves.
- Controlar la temperatura y los síntomas a diario.
- Ventilar los espacios y mantener la higiene del entorno.
