¿Cómo reducir el riesgo de padecer deterioro cognitivo y demencia? 8 sencillos consejos.
Conocemos como demencia de forma general a la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales, llegando a afectar a la vida diaria, es más común en adultos mayores, pero también puede haber en población más joven, sobre todo las demencias vasculares.
Estas alteraciones son consecuencia de la muerte de un tipo de células del cerebro, las neuronas. La demencia más común es la conocida como Alzheimer. Existen además demencias de otro tipo como la demencia vascular, causada por interrupción o disminución del flujo de sangre al cerebro, demencia por Parkinson, enfermedad de Pick, etc.
Estos problemas de memoria, razonamiento y comportamiento no tienen relación con el envejecimiento natural.
En el proceso de demencia inicialmente apreciamos desorientación en tiempo y/o espacio. Posteriormente la situación se agrava con pérdidas de memoria, dificultad para resolver operaciones sencillas, descoordinación de movimientos, dificultad para reconocer a gente cercana, para expresarse o seguir una conversación. Todo ello ocasiona una pérdida de autonomía y comienza a volver al paciente dependiente.
El primer paso cuando se detectan estos síntomas y/o los detectan la gente de nuestro entorno, se debe consultar a su médico. El especialista le realizará una entrevista, pruebas de gabinete y valoraciones específicas, para obtener un diagnóstico.
Un diagnóstico precoz es importante en algunos tipos de demencia porque permite establecer planes de tratamiento, nos ayuda a adaptarnos a la nueva situación, a buscar información y a entender situaciones a las que no encontrábamos explicación. Lamentablemente la evolución de la enfermedad es degenerativa e irreversible, y los déficits cognitivos se agravan de forma progresiva.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II, residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos la importancia de la detección precoz de la demencia por lo que te damos una serie de sencillos consejos para reducir el riesgo de padecer demencia o desarrollar deterioro cognitivo:
- Identificar los factores de riesgo, los más importantes son:
- La edad, ser adulto mayor es factor de riesgo.
- Tener antecedentes familiares de demencia.
- El padecer enfermedades degenerativas. Por ejemplo, enfermedades cardiacas o vasculares, diabetes, colesterol elevado, hipertensión arterial, aumenta la probabilidad de padecer demencia.
- Tener una alimentación saludable: una dieta que incluya frutas, verduras, pescado, cereales, aceites en crudo y escasa cantidad de sal y grasas saturadas.
- Una vida activa, evitar el consumo de alcohol y tabaco.
Para la prevención del deterioro cognitivo, además:
4. Mantener la mente activa, la estimulación mental y el entrenamiento visoespacial y perceptivo.
5. Realizar una actividad física demandante de forma regular.
6. Llevar un buen control de factores de riesgo cardiovascular: la hipertensión, diabetes y el sobrepeso, se asocian a un mayor riesgo de padecer demencia, por lo que se recomienda tener controladas estas patologías.
7. Reducción del estrés: la ansiedad y el estrés tienen efectos negativos sobre la memoria.
8.- Tener buen sueño y descanso: un buen descanso de forma habitual tiene efectos positivos sobre la memoria.