Consejos prácticos para el manejo del estado ansioso en el adulto mayor.

La ansiedad ocasional es parte normal de la vida. Muchas personas se preocupan por cosas como la salud, el dinero, la escuela, el trabajo o la familia. Sin embargo, las personas con trastorno de ansiedad generalizada se preocupan extremadamente o se sienten muy nerviosas con mayor frecuencia por estas y otras cosas, incluso cuando la preocupación es desproporcionada con respecto a la situación.
Por lo general, este trastorno incluye una sensación persistente de ansiedad o pavor que interfiere en la forma en que lleva su vida. No es lo mismo que preocuparse de vez en cuando por las cosas o sentirse ansioso debido a eventos estresantes en la vida. Las personas que tienen este trastorno sienten ansiedad durante meses y hasta años.
Al igual que la Depresión, el trastorno de ansiedad generalizada se desarrolla lentamente. A menudo, comienza durante la adultez temprana, aunque también puede ocurrir a cualquier edad. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener este trastorno y algunas mujeres lo tienen durante el embarazo o el período de posparto. Con el apoyo y el tratamiento adecuado, las personas con este trastorno pueden controlar su ansiedad y mejorar su calidad de vida.
Las personas con ansiedad patológica pueden:
- preocuparse demasiado por las cosas diarias;
- tener problemas para controlar sus preocupaciones o sentimientos de nerviosismo;
- sentirse irritables o con los nervios de punta frecuentemente;
- sentirse inquietas o tener dificultad para relajarse;
- tener problemas para concentrarse;
- tener problemas para dormir o para permanecer dormidas, o sentirse agotadas;
- tener dolores de cabeza, musculares o estomacales, tensión u otros dolores;
- tener temblores o tics (movimientos nerviosos);
- sudar mucho, sentirse mareadas o que les falta el aire;
- tener dificultad para tragar;
- tener que ir al baño a menudo.
Con frecuencia, los adultos mayores con este trastorno se ponen sumamente nerviosos por situaciones diarias como:
- la seguridad financiera;
- las incapacidades físicas propias del envejecimiento no exitoso;
- la salud y el bienestar de sus hijos y de otros familiares;
- su valor y su lugar en la sociedad.
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos la importancia de prevenir un trastorno de ansiedad generalizada en cualquier persona, pero principlamente en un adulto mayor, por lo que a continuación te presentamos sencillos consejos para acompañar a tu ser querido en un estado ansioso.
En el post anterior les dimos 5 consejos para ayudar a su ser querido con un estado depresivo, los mismos consejos son aplicables para afrontar la ansiedad, pero aquí te dejamos 4 sencillos consejos mas para ser de utilidad para tu ser querido que cursa con un trastorno de ansiedad.
1.- Informarse o educarse: Una forma adecuada de ayudarse a sí mismo o a un ser querido que podría estar luchando con el trastorno de ansiedad generalizada es buscando información al respecto. Investigue cuáles son los signos y los síntomas, aprenda sobre las opciones de tratamiento y manténgase actualizado con las investigaciones en marcha.
2.- Hablar con honestidad: Si tiene síntomas del trastorno de ansiedad, hable honestamente sobre cómo se siente con alguien en quien confíe. Si cree que un amigo o familiar mayor puede estar luchando contra el trastorno de ansiedad generalizada, dedique tiempo para hablar con ellos, expresarles su preocupación y hacerles saber que tienen su apoyo.
3.- Sepa cuando buscar ayuda: Si su ansiedad o la de un ser querido comienza a causar problemas en su vida cotidiana, es momento de buscar ayuda profesional.
4.- Sea amable y paciente consigo mismo y con los demás. Reconozca los avances, por pequeños que sean, y también reconozca que controlar el trastorno de ansiedad generalizada puede incluir contratiempos en el proceso.
