Crisis Convulsivas en Adultos Mayores
Las crisis convulsivas en los adultos mayores son generalmente diferentes que en otras más jóvenes y en ocasiones es necesario descartar otras patologías antes de confirmar el diagnóstico.
En general los síntomas dependen del tipo de crisis que se sufra:
Ataques parciales: son los que se producen con mayor frecuencia, produciendo confusión y desorientación generalizadas. Afectan solo a una zona del cerebro y pueden ser de dos tipos:
– Simples: se mantiene la consciencia en todo momento y se producen alteraciones del habla, los sentidos, el movimiento y las sensaciones. Pueden presentar temblores o sufrir episodios repentinos de ira o miedo.
– Complejos: se produce pérdida del conocimiento, el paciente no puede interactuar con los objetos o las personas que tiene a su alrededor y cuando pasa el episodio no suelen recordar nada.
Ataques generalizados: afectan a la totalidad del cerebro. Habitualmente se inician con un grito, tras lo cual la persona se desploma y pierde el conocimiento, momento en el que el cuerpo se pone rígido y empiezan a producirse espasmos musculares y puede producirse una salivación que se tiene la apariencia de espuma. Existe el peligro de que se muerda la lengua (algo que hay que evitar cuando se les atiende). También se puede ralentizar la respiración e incluso llegar a detenerse por un instante. Poco a poco las sacudidas se hacen más lentas hasta que cesan, se relaja el cuerpo y se recupera la consciencia lentamente, aunque no se suele recordar lo sucedido.
¿Cuáles son los tipos de crisis epilépticas?
Hay dos tipos principales de crisis epilépticas, dependiente principalmente donde comienza la descarga cerebral anormal que produce la crisis:
Crisis epilépticas parciales: Comienzan en una zona concreta del cerebro. Pueden manifestarse de diversas formas (por lo tanto, como diferentes tipos de crisis)
Crisis parcial simple: La persona no pierde el conocimiento, pero se produce un cambio en la vista, olfato, memoria o hay movimientos involuntarios de una parte del cuerpo.
Crisis parcial compleja: La persona pierde el conocimiento y parece que está “desconectada”. En ocasiones, la persona tiene movimientos anormales repetitivos, esta es el tipo de crisis epiléptica más frecuente.
Crisis epilépticas generalizadas: La descarga anómala comienza en todo el cerebro a la vez. Se produce una desconexión del conocimiento, por lo que el paciente no se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor.
– Crisis de ausencia (antiguamente llamada Pequeño Mal): La persona queda “desconectada” con la mirada fija y “perdida”.
– Crisis epiléptica mioclónica: Hay sacudidas bruscas de una extremidad o de todo el cuerpo.
– Crisis tónica: Los músculos del cuerpo quedan repentinamente rígidos durante varios segundos.
– Crisis atónicas Los músculos del cuerpo quedan repentinamente flácidos, por lo que la persona puede caer bruscamente al suelo.
-Crisis convulsiva tónico-clónica (antiguamente llamada Gran Mal): El cuerpo queda completamente rígido durante varios segundos y a continuación se producen sacudidas rítmicas de todo el cuerpo.
En la Residencia de Retiro JPII, Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos te recordamos que el tratamiento de los adultos mayores tiene como objetivo evitar los ataques. Por lo que te recomendamos que ante la primera sospecha que se tenga de una crisis convulsiva acudan de inmediato con su médico Neurólogo o médico geriatra.