De la necesidad de abordar la Ansiedad y la Depresión como Síndromes Neuroconductuales progresivos #21: El peligro del falso y prematuro diagnóstico de la Ansiedad como enfermedad.
En la entrada anterior escribí sobre el problema del diagnóstico de depresión como enfermedad no solo a nivel de salud pública, si no a nivel personal, en esta ocasión les hablaré de la ansiedad.
Como saben los estados ansiosos pueden fácilmente interconectase con los estados depresivos.
Se estima que en México al menos 14.3 por ciento de los ciudadanos padece trastornos de ansiedad generalizada, por lo tanto, es el problema de salud mental más común en el país, le sigue la depresión y adicciones, ambas en un porcentaje de 9 por ciento. De los trastornos de ansiedad el 50 por ciento se presentan antes de los 25 años; la depresión, la mitad lo hacen entre los 20 y los 30.
Es muy importante que observemos los datos estadísticos que nos dan sobre las cifras de instalación de ansiedad y depresión en la población mexicana, donde podemos ver que por lo menos la mitad ocurre en personas jóvenes. Y menciono que es importante porque la edad de aparición de los estados ansiosos en la mitad de la población de México, por lo menos, corresponde a las edades de madurez emocional y crecimiento socio-adaptativo más importante que tiene una persona en su desarrollo normal.
Debemos tomar en cuenta entonces que por cada 10 pacientes que atendemos por trastorno de ansiedad generalizada, 5 pueden ser pacientes que se encuentren en un cambio de etapa de la vida que conlleva un desarrollo biológico, hormonal y natural, y esto puede desencadenar un mal funcionamiento cognitivo de la persona, porque se encuentra en un estado de adaptación de los cambios de su cuerpo y de las nuevas responsabilidades sociales. Es importante mencionar que muchos de estos pacientes acuden a consulta en etapas posteriores, es decir, si la sintomatología comenzó en la adolescencia, posiblemente sea hasta la etapa de madurez física que se atrevan a pedir ayuda profesional.
Esto ocurre porque culturalmente en México las ideas anticuadas y retrogradas sobre el desarrollo personal e individual lleva a los jóvenes a independizarse muy tarde en sus vidas, en otras culturas como las culturas europeas, a los 18 años es un entendido que los jóvenes ya no dependen totalmente de sus padres, y se espera de ellos un grado de independencia importante, en México aún esta mal visto que haya independencia a tan temprana edad, lo que provoca en los jóvenes mexicanos una inmadurez que resulta casi natural, y que al no ser atendida a tiempo se vuelve en el futuro un problema de salud mental.
Esto es de sumo interés porque es esta inmadurez la que luego lleva a estos adultos jóvenes a entrar en estados ansiosos y depresivos cuando se tienen que enfrentar con situaciones mundanas del día a día. La ansiedad es un estado de alerta del cuerpo para poder ponernos en acción en las cosas que nos preocupan, el problema en México es que la ansiedad es por miedo al futuro, a la muerte, y otras situaciones que están determinadas, como decía el Poeta Octavio Paz, por el pensamiento mágico y anticuado que persiste en la cultura mexicana. Que en realidad ese pensamiento mágico refleja la inmadurez de no poder estar en el mundo exterior sin la protección certera y constante de alguna persona o “entidad mágica protectora”.
Es por eso qué cuando acuda un paciente a la consulta por problemas de ansiedad, debemos considerar que al menos la mitad de ellos presenta una psique inmadura e insegura, por lo que debemos tratar con los problemas que acarrea de fondo y que intensifican su inseguridad, si lo clasificamos con una enfermedad como se hace actualmente, lo único que logramos es que el paciente justifique sus sensaciones y pensamientos y normalizamos su incapacidad para madurar.
Por lo tanto, cuando acudan a nuestra consulta con la bandera de un trastorno ansioso, debemos como médicos especialistas hacer una mejor anamnesis de sus formas de lidiar con la realidad para ayudarlo a usar su ansiedad de manera positiva. Si en la anamnesis encontramos un dato biográfico que pueda ser traumático, lo mejor es empezar con un abordaje cognitivo conductual que nos ayude a lidiar con el trauma de la manera más objetiva y profesional que se pueda y así lograr una mejora en la vida de nuestros pacientes.