Identifica la deshidratación en el adulto mayor: 8 sencillo signos y síntomas.
La deshidratación es un problema que puede conllevar consecuencias serias para la vida. Los adultos mayores son especialmente vulnerables puesto que pueden no alcanzar el consumo de agua diario ideal.
Los adultos mayores se sitúan entre los grupos que tienen mayores probabilidades de padecer un desequilibrio hídrico junto con recién nacidos, niños menores de 5 años, embarazadas y deportistas.
Los síntomas de la deshidratación pueden variar y ser más o menos severos según el grado de deshidratación. Por lo general, la deshidratación se clasifica como:
Aguda: puede aparecer a todas las edades como consecuencias de episodios de vómito, diarrea o sudoración excesiva.
Crónica: es la forma más común en ancianos y producida por una escasa hidratación durante un período de tiempo prolongado.
Para detectar la deshidratación, es importante monitorear los siguientes síntomas en adultos mayores:
- Boca pastosa: una persona que no toma suficiente agua presenta sequedad de la mucosa oral.
- Estreñimiento: el desequilibrio hídrico afecta también al tránsito en el intestino. Más allá del estreñimiento pueden presentarse síntomas como dolor e hinchazón abdominal, falta de apetito.
- Cambios en la orina: no solo los niveles de orina, sino que también su color y densidad pueden indicar un problema de hidratación.
- Fatiga: este síntoma se debe a una bajada de la tensión sanguínea por la falta de agua.
- Dolores y espasmos musculares: la falta de agua no solo baja la tensión, sino que también altera los niveles de minerales en sangre lo que afecta al correcto funcionamiento de los músculos. Por esta razón también pueden aparecer alteraciones en el ritmo cardíaco.
- Síndrome confusional: los resultados de un estudio indican que la deshidratación es una de las posibles causas de síndrome confusional agudo en adultos mayores.
- Cefaleas: dolor de cabeza y migrañas se asocian a la deshidratación, que puede provocar una reducción del aporte de oxígeno al cerebro.
- Piel seca y caliente.
Rehidratar a un adulto mayor diagnosticado de deshidratación moderada o severa implica una serie de cuidados por parte de profesionales de la salud. Por un lado, el ajuste en los niveles de agua y sales minerales tiene que ser preciso y acorde a las necesidades para evitar los efectos secundarios de una hidratación elevada. Por otro lado, hay que escoger la vía de hidratación más adecuada que puede ser oral o intravenosa según el caso.
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos la importancia de prevenir una deshidratación por lo que te compartimos los siguientes sencillos consejos:
- Mantener dos botellas de agua a mano, esa es la cantidad que, por lo general, se debería tomar a diario.
- Evitar salir en las horas centrales del día y seguir otras pautas para prevenir la deshidratación y los golpes de calor en verano.
- Evitar los refrescos que contienen azúcar o sustancias estimulantes.
- Tomar infusiones herbales y jugos de frutas y verduras naturales.
- Seguir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras de temporada.