La salud Mental en el Adulto Mayor, cómo identificar su deterioro.
La población mexicana está envejeciendo rápidamente. Entre 2015 y 2050 el porcentaje de adultos mayores de 60 años se irá duplicando de un 12 por ciento a un 22 por ciento. Más del 20% de los adultos mayores de 60 años sufren algún tipo de problema neurológico o de salud mental. Los trastornos mentales y neurológicos más frecuentes en la vejez son la demencia, la depresión y la ansiedad.
Actualmente, entre el 20 y el 35 por ciento de los adultos Mayores sufren depresión y alrededor del 20 por ciento padecen un trastorno de ansiedad u otro problema mental.
El mayor problema de los trastornos neuropsiquiátricos en adultos mayores radica en que suelen estar mal identificados y posteriormente mal diagnosticados, ya que los síntomas se solapan bajo las enfermedades del resto del cuerpo, pareciera que la mayoría de los trabajadores sanitarios consideran al sistema nervioso y sus enfermedades como si ocurrieran fuera del cuerpo. Además, los Adultos mayores y generalmente también las familias de los que sufren trastornos neuropsiquiátricos son reacias a confesar los síntomas de su enfermedad o a acudir a las consultas del Neurólogo, psiquiatra o incluso al médico Geriatra debido al estigma que todavía rodea a las enfermedades Neuropsiquiátricas.
La mayoría de los adultos mayores de 60 años suelen ignorar los síntomas de las enfermedades mentales y solo buscan ayuda profesional cuando llegan a un punto crítico. Conviene saber que los trastornos de depresión y ansiedad en los adultos mayores son afecciones médicas comunes que tienen tratamiento. De hecho, la mayoría de las personas con el tratamiento adecuado recupera su salud, consigue superar o tratar el problema y lleva una mejor calidad de vida. Contar con una red social sólida y buenas relaciones con familiares y amigos contribuye a fomentar la buena salud mental en los adultos mayores.
La salud mental incluye nuestro bienestar físico, emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, y lo es mucho más a medida que vamos envejeciendo pues necesitamos mayor madurez, resiliencia y adaptabilidad a medida que nuestro cuerpo se va deteriorando.
Muchos adultos mayores corren el riesgo de tener problemas de salud mental. Pero esto no significa que los problemas de salud mental sean una parte normal del envejecimiento. Los estudios muestran que la mayoría de los adultos mayores se sienten satisfechas con sus vidas, a pesar de que pueden tener más enfermedades o problemas físicos.
Sin embargo, los cambios importantes en la vida a veces pueden provocar molestias, estrés o tristeza. Estos cambios pueden incluir la muerte de un ser querido, la jubilación o el tratamiento de una enfermedad grave. Muchos Adultos mayores eventualmente se adaptan a los cambios, pero algunas pueden tener más problemas para adaptarse. Esto puede ponerlos en riesgo de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.
Es importante reconocer y tratar las enfermedades mentales en los adultos mayores. Estas afecciones no solo causan sufrimiento mental. También pueden dificultar el manejo de otros problemas de salud, lo que es especialmente cierto si se trata de problemas crónicos de salud.
Algunas de las señales de advertencia de trastornos mentales en adultos mayores incluyen:
- Cambios en el estado de ánimo o el nivel de energía. Estos cambios se dan siempre de manera paulatina, si los familiares están esperando un cambio dramático o aparatoso de instalación del padecimiento con toda seguridad nunca trataran el problema de base de su ser querido.
- Cambio en sus hábitos alimenticios o de sueño. Por mas pequeños que puedan ser los cambios es prioritario hacer un análisis cognitivo Conductual de lo que está sucediendo.
- Aislarse de las personas y actividades que disfruta.
- Sentirse inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto, preocupado o asustado.
- Sentirse sin interés o como si nada importara.
- Tener dolores y molestias inexplicables tras la valoración de un profesional de la salud.
- Sentir tristeza o desesperanza durante todo el día o debido a ideas negativas recurrentes.
- Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual.
- Ira, irritabilidad o agresividad.
- Tener pensamientos y recuerdos negativos o dolorosos que no puede sacar de su cabeza.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II nos especializamos en todo tipo de trastornos neurodegenerativos, si usted, o su ser querido cree que puede tener algún problema de salud mental, acérquese a nosotros para darles un adecuado plan de manejo y tratamiento.