¿Qué es el Envejecimiento Patológico y cómo prevenirlo?
El envejecimiento fisiológico y patológico hay que diferenciarlo de la vejez ya que no forma parte de esta etapa y se produce como consecuencia de enfermedades y malos hábitos.
Enfermedades como los tumores, patologías crónico-degenerativas, o situaciones como un infarto cerebral o la aparición de una demencia suelen ser los desencadenantes de este tipo de envejecimiento.
Cada envejecimiento tiene unas características peculiares y teniendo en cuenta cada una de ellas, se puede realizar la siguiente clasificación:
Envejecimiento Normal: Este tipo de envejecimiento es el más común y es el que engloba a la cuarta parte de la población mundial. Los factores que influyen en el envejecimiento normal son la edad y ciertos cambios biológicos y sociales asociados a ella, los cuales son inevitables consecuencia por el paso de los años.
Envejecimiento Óptimo o exitoso: Este tipo, es el mismo que el envejecimiento habitual o normal con la peculiaridad de que no se producen los deteriores y la presencia de enfermedades normales de la edad.
Envejecimiento Patológico: Este es el más preocupante ya que los cambios biológicos en el envejecimiento se producen de forma más prematura por la presencia de enfermedades y malos hábitos.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos la importancia de la prevención de la vejez patológica y por eso a continuación te compartimos sencillos consejos para lograrlo:
1. Ejercicio físico: El ejercicio físico reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, obesidad, diabetes, osteoporosis y demencia. Favorece la independencia funcional y mejora la calidad de vida del adulto mayor.
2. Alimentación adecuada: Una dieta rica en fibras y baja en grasas saturadas disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad.
3. Actividades sociales y recreativas: Es importante mantener una rutina que incluya actividades en donde el adulto mayor se relacione y se estimule como en los centros de día o residencias especializadas en neuroestimulación como la nuestra.
4. Prevención del abuso de alcohol, tabaco y medicaciones no prescritas
5. Control clínico: Ciertas patologías como la hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto tienden a no dar síntomas y aumentan el riesgo de enfermedades coronarias y cerebrovasculares. Su detección precoz y adecuado tratamiento disminuyen el riesgo.
6. Control de la vista, la audición y la salud bucal.
7. Prevención de caídas y accidentes: Cerca de un 40% de los adultos mayores sufren 1 o varias caídas al año. El 5% de los que se caen sufre una fractura y/o requiere de hospitalización. Los factores que predisponen a caídas pueden ser inherentes al individuo como problemas de visión, articulares, neurológicos o de tipo ambiental.
Por todo lo explicado anteriormente, es de suma importancia que cuando llegamos a ciertas edades, debemos centrarnos en nosotros mismos, dedicarnos tiempo y cuidarnos para llegar a la vejez con una mejor calidad de vida
Para ello es importante prestarle atención a nuestro estilo de vida, realizar cambios para vivir de una forma más saludable y tener en consideración las 7 medidas de prevención que les hemos presentado.