¿Qué es la estimulación cognitiva? y ¿Por qué es importante realizarla en los adultos mayores?
A parte de la actividad física y la buena alimentación, el ejercicio cognitivo es otro de los pilares del envejecimiento activo. Al igual que pasa con las funciones motrices, no entrenar el cerebro puede acelerar el deterioro de las capacidades cognitivas, lo que aumenta el riesgo de sufrir algún trastorno mental frecuente en la tercera edad, como la demencia, el alzhéimer o el párkinson.
La estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas para mejorar el funcionamiento de las capacidades cognitivas. Tales como la atención, la memoria, la orientación, el lenguaje, las funciones ejecutivas, las gnosias, las praxias, las habilidades visoespaciales o la cognición social.
Premisas de la estimulación cognitiva
1. Ser pautada y supervisada por un profesional: La estimulación cognitiva debe estar guiada por un profesional, quien se encargará de diseñar y adaptar la intervención a cada persona de la manera más adecuada.
2. Personalizada: La estimulación cognitiva se debe adaptar a las necesidades, características y circunstancias de cada persona. La estimulación cognitiva debe ser personalizada para cada sujeto.
3. Validez ecológica y generalización: Debe haber relación entre la mejora de las habilidades entrenadas en consulta y su relación con un mejor desempeño de las actividades del día a día.
La importancia de la estimulación cognitiva en adultos mayores
La estimulación cognitiva en adultos mayores es esencial para fortalecer la autonomía funcional de estas personas y enlentecer el deterioro cognitivo de aquellos mayores con Alzheimer o Parkinson.
Beneficios de trabajar la estimulación cognitiva en adultos mayores
Un correcto funcionamiento de las capacidades cognitivas es esencial para procesos vitales tan importantes como pensar, recordar, realizar movimientos y hablar, entre otros. Por este motivo, el deterioro cognitivo puede conllevar las siguientes consecuencias:
- Pérdida de memoria.
- Problemas de coordinación.
- Alteraciones del habla.
- Desorientación y confusión.
- Explosiones emocionales, cambios repentinos de carácter.
Aunque los problemas cognitivos son frecuentes en adultos mayores, la edad no es el único factor que puede alterar las funciones neurológicas. De hecho, los buenos hábitos propios del envejecimiento saludable pueden ser mucho más determinantes para la salud mental que la reducción natural de las capacidades con el paso de los años, la genética u otros factores inevitables.
En la Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, sabemos que la estimulación cognitiva es clave para el bienestar y calidad de vida en la tercera edad, ya que son muchos los beneficios de ejercitar el cerebro para los adultos mayores, entre los que destacamos:
- Prevención de enfermedades neurodegenerativas.
- Optimización del rendimiento cognitivo y funcional.
- Retraso de la aparición o evolución del deterioro cognitivo.
- Incremento de la autoestima y del estado de ánimo.
- Conservación de la autonomía e independencia.
- Disminución de afecciones psicológicas, como la ansiedad y el estrés.
- Fomento de las relaciones sociales.