Recomendaciones prácticas para el cuidado del adulto mayor con demencia en casa.

La demencia es el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro. No hay cura para la demencia, pero se puede ayudar mucho a las personas que la padecen.

Al inicio de cualquier tipo de demencia, los pacientes presentan cambios en el pensamiento, la memoria y el razonamiento de una forma que afecta la vida y las actividades diarias. Con el tiempo, los adultos mayores con estas enfermedades necesitarán más ayuda con tareas sencillas y cotidianas, lo que puede incluir tomar un baño, asearse y vestirse.

En La Residencia de Retiro Juan Pablo II, Residencia especializada en trastornos neurodegenerativos, te compartimos algunas recomendaciones que pueden considerarse al inicio y a medida en que la enfermedad va avanzando:

1. Mantenga una rutina establecida, como bañarse, vestirse y comer a la misma hora todos los días.
2. Ayude a la persona a hacer listas de las cosas que debe hacer, y anote las citas y las actividades a las que debe asistir en un cuaderno o calendario.
3. Planifique actividades que la persona disfruta e intente hacerlas a la misma hora todos los días.
4. Considere el uso de un sistema o de recordatorios que ayuden a las personas si deben tomar medicamentos con regularidad.
5. Cuando se esté vistiendo o bañando, permita que la persona haga todo lo que pueda por sí misma.
6. Consígale a la persona ropa holgada y cómoda que le sea fácil de usar, como prendas de vestir con elástico en la cintura, sujetadores de tela o jaladores grandes para los zíperes o cierres, en lugar de cordones, botones o hebillas.
7. Use una silla para duchas que sea fuerte para que sostenga a una persona que esté inestable y así evitar que se caiga. Puede comprar este tipo de sillas en una farmacia o en una tienda de suministros médicos.
8. Sea amable y respetuoso. Informe al paciente qué es lo que va a hacer, paso a paso, mientras le ayuda a bañarse o a vestirse.
9. Sirva los alimentos en un lugar familiar y constante, y dé a la persona suficiente tiempo para que coma.

Por otro lado, en este tipo de pacientes la comunicación es a veces complicada por lo que te recomendamos:

1. Cuando el paciente este ansioso o irritable debe de tranquilizarlo hablándole calmadamente. Escuche las preocupaciones y las frustraciones que tenga. Si la persona está enojada o temerosa, intente mostrarle que la comprende.
2. Permita que la persona mantenga tanto control de su vida como sea posible.
3. Respete su espacio personal.
4. Además de las actividades, establezca momentos de silencio en el día.
5. Mantenga en la casa fotografías y objetos familiares que la persona aprecie, para así ayudarla a sentirse más segura.
6. Si el paciente no sabe quién es usted, recuérdeselo, pero intente no decir: “¿no te acuerdas?”
7. Fomente una conversación en la que ambos participen durante el mayor tiempo posible.
8. Si está teniendo problemas para comunicarse, intente distraer al paciente con alguna actividad, como un libro o un álbum de fotografías que le sean familiares.