Tratamiento de Hipertensión Arterial sistémica en adultos mayores.

La hipertensión arterial sistémica (HAS), también conocida como presión arterial alta, es una condición médica en la que la presión arterial es persistentemente elevada, lo que significa que la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es mayor de lo normal.
La HAS se caracteriza por una presión arterial sistólica (cuando el corazón late) mayor o igual a 140 mmHg, y/o una presión arterial diastólica (cuando el corazón está en reposo) mayor o igual a 90 mmHg.
Para controlar la presión arterial alta en adultos mayores, es fundamental adoptar un enfoque integral que combine cambios en el estilo de vida con, si es necesario, tratamiento médico. Esto incluye mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta baja en sodio y rica en frutas, verduras y granos integrales, limitar el consumo de alcohol, no fumar, y manejar el estrés.
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en Trastornos neurodegenerativos sabemos lo importante que es mantener el control de la HAS en los adultos mayores para evitar complicaciones que pongan en peligro la vida del paciente, por lo que a continuación te presentamos información importante al respecto de su tratamiento:
Peso saludable: El exceso de peso puede aumentar la presión arterial, por lo que mantener un peso saludable es crucial.
Ejercicio regular: La actividad física ayuda a fortalecer el corazón y a mejorar su eficiencia al bombear sangre, lo que a su vez reduce la presión arterial. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa por semana.
Dieta saludable: Reducir la ingesta de sodio y aumentar la de potasio, así como optar por una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales, puede ayudar a controlar la presión arterial. La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) es un enfoque dietético recomendado para la salud cardiovascular.
Limitar el alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede elevar la presión arterial, por lo que se recomienda moderación o abstinencia.
No fumar: Fumar daña los vasos sanguíneos y contribuye a la hipertensión.
Manejo del estrés: El estrés crónico puede elevar la presión arterial, por lo que es importante encontrar formas de manejarlo, como técnicas de relajación o meditación.
Tratamiento Médico:
Medicamentos: Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la presión arterial, el médico puede recetar medicamentos antihipertensivos.
Monitoreo: Es importante controlar regularmente la presión arterial, ya sea en casa con un tensiómetro o en consultas médicas, para evaluar la efectividad del tratamiento y hacer ajustes si es necesario.
Adaptación a la edad: En adultos mayores, los objetivos de presión arterial pueden ser ligeramente diferentes, y el médico considerará los posibles efectos secundarios de los medicamentos al establecer el plan de tratamiento.
En resumen, controlar la presión arterial alta en adultos mayores requiere un enfoque integral que incluye cambios en el estilo de vida y, si es necesario, tratamiento médico. La colaboración con el médico es fundamental para establecer el plan de tratamiento más adecuado para cada persona.
