¿Por qué es este el momento más importante para protegernos del coronavirus?
La COVID-19 es una enfermedad nueva de la que en realidad sabemos pocas cosas, además las nuevas cepas de coronavirus están poniendo en riesgo la esperanza en la vacunación como erradicación total del virus. Esto es porque las vacunas son diferentes y presentan diferentes eficacias, por lo que un contagio a pesar de tener aplicada alguna vacuna es aún una posibilidad muy grande, y aunque la vacuna evita que se tenga un cuadro grave de la COVID-19, se está observando en los pacientes que tuvieron la COVID-19 leve y moderada (principalmente) comienzan a manifestar síntomas tardíos de la enfermedad, este grupo de síntomas característicos son llamados: Síndrome post-COVID-19 o COVID-19 larga.
Los adultos mayores y las personas con muchas afecciones graves son los que más probablemente presenten síntomas persistentes de la COVID-19, pero incluso las personas jóvenes y sanas pueden sentir malestar durante semanas , meses y se piensa que incluso puedan ser años después de la infección. Los signos y síntomas más comunes que persisten con el tiempo incluyen fatiga, falta de aire al respirar, tos, dolor en las articulaciones y dolor en el pecho. Otros síntomas a largo plazo pueden incluir dolor muscular, dolor de cabeza, latidos rápidos o fuertes del corazón, pérdida del olfato o del gusto, problemas de memoria, de concentración, o para dormir, erupciones o pérdida del cabello.
Como aún no se sabe qué más puede provocar esta enfermedad a largo plazo, los investigadores recomiendan evitar a toda costa la posibilidad de contagio a pesar de tener la vacuna, con las medidas sanitarias y que los médicos vigilemos de cerca a las personas que han tenido la COVID-19, para monitorizar cómo están funcionando sus órganos después de su recuperación inmediata, mediata y tardía.
Es importante recordar que un alto porcentaje de la gente infectada y que presenta la COVID-19 se recupera rápidamente, pero los posibles problemas duraderos de la enfermedad hacen que sea aún mas importante reducir la trasmisión de la enfermedad tomando las precauciones que nos ha dado la OMS como ponerse mascarillas, evitar fiestas y reuniones, evitar las multitudes, y el tener las manos limpias y alejadas del rostro.