Recomendaciones para tratar la Epilepsia en adultos mayores.

La epilepsia no es una sola enfermedad, sino un grupo de afecciones que comparten la característica común de causar crisis epilépticas. Estas crisis se producen debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro, que puede afectar a todo el cerebro o solo a una parte de él.
En realidad, la epilepsia es un trastorno neurológico crónico caracterizado por crisis epilépticas recurrentes, que son episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Estas crisis pueden manifestarse de diversas maneras, desde movimientos involuntarios como convulsiones, hasta cambios en la atención o la conciencia.
Las principales causas de la epilepsia incluyen factores genéticos, lesiones cerebrales, malformaciones generales entre otros.
El tratamiento de la epilepsia en adultos mayores generalmente se enfoca en el control de las crisis a través de medicamentos antiepilépticos, aunque también se pueden considerar otras opciones como dietas altamente vigiladas y neuromoduladores, pero lo que es crucial es que el tratamiento se adapte a las necesidades individuales del paciente, teniendo en cuenta posibles interacciones con otros medicamentos y efectos secundarios.
Tratamiento farmacológico:
Medicamentos antiepilépticos: La mayoría de los adultos mayores con epilepsia pueden controlar sus crisis tomando medicamentos antiepilépticos. Existen varios tipos de estos medicamentos, y el médico seleccionará el más adecuado según el tipo de crisis y las características del paciente.
Ajustes y cambios de medicación: En algunos casos, puede ser necesario ajustar la dosis o cambiar de medicamento para minimizar los efectos secundarios y mantener un buen control de las crisis.
Interacciones medicamentosas: Es fundamental considerar posibles interacciones entre los medicamentos antiepilépticos y otros fármacos que el paciente pueda estar tomando.
Importancia de la adherencia al tratamiento: Es crucial tomar los medicamentos exactamente como lo indica el médico, ya que omitir dosis puede desencadenar convulsiones.
Por otro lado, las principales dificultades para tratar la epilepsia en adultos mayores radican en la complejidad del diagnóstico y la mayor sensibilidad a los efectos secundarios de los medicamentos antiepilépticos, así como la presencia de otras enfermedades y la polifarmacia.
Diagnóstico: En adultos mayores, la epilepsia a menudo se manifiesta de forma atípica, lo que puede dificultar el diagnóstico, ya que los síntomas pueden confundirse con otras enfermedades comunes en esta edad, como accidentes cerebrovasculares o demencia.
Comorbilidades: Los adultos mayores suelen tener otras enfermedades (comorbilidades) que pueden complicar el tratamiento de la epilepsia, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades renales o hepáticas, que pueden interactuar con los medicamentos antiepilépticos.
Polifarmacia: Es común que los adultos mayores tomen varios medicamentos para diferentes condiciones, lo que aumenta el riesgo de interacciones medicamentosas y efectos secundarios con los fármacos antiepilépticos.
Efectos secundarios de los medicamentos: Los adultos mayores son más susceptibles a los efectos secundarios de los medicamentos antiepilépticos, como somnolencia, mareos, problemas de memoria y coordinación, que pueden afectar su calidad de vida y su independencia.
Adherencia al tratamiento: Debido a la complejidad del tratamiento y a los posibles efectos secundarios, la adherencia a la medicación puede ser un problema en algunos adultos mayores, lo que puede llevar a un mal control de las crisis epilépticas.
Impacto en la calidad de vida: La epilepsia en adultos mayores puede tener un impacto significativo en su calidad de vida, afectando su movilidad, independencia, estado de ánimo y relaciones sociales.
En La Residencia de Retiro Juan Pablo II (RRJPII), Residencia especializada en Trastornos neurodegenerativos sabemos lo importante que es el tratamiento adecuado de la epilepsia, y lo peligroso que resulta que la enfermedad no este controlada, por lo que a continuación te presentamos otras sencillas recomendaciones generales:
- Consultar con un neurólogo o especialista en epilepsia para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
- Informar al médico sobre todos los medicamentos que se están tomando, incluyendo aquellos recetados y de venta libre.
- Seguir cuidadosamente las indicaciones del médico en cuanto a la toma de medicamentos y los cambios en el estilo de vida.
- Considerar el uso de herramientas como pastilleros, recordatorios y un diario de paciente para ayudar a mantener un seguimiento adecuado del tratamiento.
- Buscar apoyo psicológico y social para manejar la epilepsia y sus efectos.
Otras consideraciones:
- Estilo de vida: Se recomienda mantener una higiene del sueño adecuada y evitar el consumo de sustancias tóxicas.
- Seguimiento médico: Es importante un seguimiento regular por parte del especialista para evaluar la eficacia del tratamiento y ajustar la medicación si es necesario.
- Asistencia en la crisis: Durante una convulsión, es importante girar a la persona hacia un lado, colocar algo blando bajo su cabeza, aflojar la ropa ajustada y evitar introducir objetos en su boca.
