De la necesidad de abordar la Ansiedad y la Depresión como Síndromes Neuro conductuales progresivos #3: El método psicológico.
La segunda forma de abordaje de las alteraciones de la función mental y la conducta, que puede llamarse método psicológico, tiene como su principal premisa que la alteración de las funciones se comprende sólo en términos de una reacción a experiencias previas o presentes de la vida. Se cree que ciertas anomalías de la conducta, inmadurez emocional e incapacidad para adaptarse a los desafíos y las oportunidades de la vida diaria se originan en el desarrollo insuficiente de la personalidad, las experiencias productoras de tensión durante el principio de la vida o ambas cosas. Algunas de estas experiencias se recuerdan (es decir son “conscientes”); se dice que otras se suprimieron u olvidaron (es decir son “sub o inconscientes”, de acuerdo con la teoría psicoanalítica) y que se recuerdan con dificultad o tras el interrogatorio repetido a través del método de libre asociación del psicoanálisis.
En cualquier caso, el abordaje principal es elaborar una autobiografía psicológica del individuo con particular énfasis en las primeras experiencias de la vida, y buscar las raíces de la dificultad psicológica presente. Los psiquiatras de este enfoque formularon diferentes mecanismos psicológicos mediante los cuales se producen los síntomas y hablan de ellos en un lenguaje más bien extraño para la mayoría de los médicos; es decir, conflicto, represión, conversión y ausencia o fijación de la libido. Algunos psicoanalistas con menor preparación encuadran todos los trastornos mentales en términos psicológicos y creen que los aspectos anatómicos, bioquímicos y patológicos no tienen lugar en dicho planteamiento. La finalidad de este criterio no sólo es identificar la causalidad, llamada psicogénesis, sino también investigar la conducta actual del paciente a la luz de sus experiencias pasadas y emplear estos conocimientos para lograr los cambios buscados. Mediante la discusión franca y abierta el médico se esfuerza por demostrar las relaciones de los síntomas del paciente con los patrones de conducta y reacciones anormales, y mediante una clase de reeducación, es decir, psicoterapia, ayudarlo a comprender los problemas y aprender nuevas formas para afrontarlos.
El problema de este abordaje muchas veces es el mismo paciente, pues muchos no tienen la capacidad de comunicar exitosamente sus síntomas, y siendo los signos mucho mas subjetivos, un psicoanalista con poca experiencia o poca preparación pasa por alto muchas situaciones que resultan de suma importancia para diagnosticar la problemática, y ofrecer una solución real inmediata, mediata, y futura que se base en la prevención.
Por otro lado, lo subjetivo del diagnóstico psicológico y de sus interpretaciones, así como muchos de los cuestionarios para diagnosticar enfermedades mentales, que en realidad cubren una gama muy amplia de síntomas con pautas que coinciden en muchas patologías tanto del sistema nervioso como de otros sistemas del cuerpo.
Y, por último, no todos los psiquiatras y psicólogos clínicos tienen preparación en diversos tipos de psicoterapia, sobre todo la terapia cognitivo conductual, por lo que sus opciones de tratamiento son superficiales, temporales y limitadas, y un 86% de la población mexicana con trastornos cerebrales orgánicos como la esquizofrenia, bipolaridad, trastornos alimenticios, etc. aún considera no sentirse ayudada por sus psicólogos clínicos.
La siguiente entrada escribiré sobre la definición clásica de la depresión y la problemática de su diagnóstico y tratamiento actuales.